Para el caso de la “caperucita roja de Saldaña”
Los familiares de la niña Andrea cuentan
que trascurrido el tiempo de la desaparición y desesperados porque aún la niña
no llegaba a casa, consultaron a las
rezanderas del sector con el fin de que le dieran una luz y poder dar con el
paradero de Andrea. El 13 de Febrero una de ellas informó a la familia que
había tenido una visión: que el cuerpo se encontraba a orillas de un caño,
tapado con unas hojas. Para lo cual los familiares siguieron las instrucciones
de la rezandera y después de una intensa búsqueda por parte de la comunidad,
encontraron el cadáver de la niña tal como lo había visto la mujer.
En las entrevistas realizadas, algunos miembros de la comunidad señalaron que dos personas de la vereda de San Agustín cuando se emborrachaban se inculpaban mutuamente de la muerte de Andrea. Sin embargo, existía la duda de cuál de las dos personas (Isidoro Márquez o Ruperto Ayala) estaban involucradas o si las dos habrían participado.
En las entrevistas realizadas, algunos miembros de la comunidad señalaron que dos personas de la vereda de San Agustín cuando se emborrachaban se inculpaban mutuamente de la muerte de Andrea. Sin embargo, existía la duda de cuál de las dos personas (Isidoro Márquez o Ruperto Ayala) estaban involucradas o si las dos habrían participado.
La perfilación coincidía más con
la personalidad de Isidoro Márquez, que después de una ardua labor
investigativa la Fiscalía determinó necesario vincular a Ruperto Ayala como
testigo y, en efecto, esta persona se convirtió en ficha clave para la investigación.
Pues, pese al temor que le tenía a Isidoro Márquez, brujo muy conocido del
sector que constantemente amenazaba con matar a Ruperto Ayala, decidió contar a
la Fiscalía lo que en efecto había sucedido ese terrible día. Su relato
estableció que Isidoro Márquez era la persona que ese día había tomado a la
niña por sorpresa, la había violado y estrangulado.
Para la cual la Fiscalía procedió
a solicitar ante el Juez de Garantías la respectiva captura; miembros del
C.T.I. de la Fiscalía, llegaron a la vereda donde luego de ubicar a Isidoro
Márquez le leyeron sus derechos, y se le legalizó la captura ante el Juez de
Garantías del Municipio del Guamo, se imputaron los cargos y se impuso medida
de aseguramiento consistente en detención preventiva en establecimiento de
reclusión.
En el mes de Diciembre se inició el
juicio oral ante el Juez Promiscuo del Circuito del Municipio del Guamo y el 11
de Febrero del año siguiente se dio la lectura de fallo: nuestro lobo feroz Isidoro Márquez fue
condenado a la pena de 47 años, 6 meses y 23 días de prisión por los delitos de
homicidio agravado y acceso carnal
violento agravado; decisión que fue apelada por la defensa, pero confirmada por
el Honorable Tribunal de Ibagué - Tolima, por encontrar la decisión ajustada a
Derecho.
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