jueves, 26 de septiembre de 2013

UN FINAL DE JUSTICIA Y VERDAD


Para el caso de la “caperucita roja de Saldaña”

Los familiares de la niña Andrea cuentan que trascurrido el tiempo de la desaparición y desesperados porque aún la niña no llegaba a casa, consultaron  a las rezanderas del sector con el fin de que le dieran una luz y poder dar con el paradero de Andrea. El 13 de Febrero una de ellas informó a la familia que había tenido una visión: que el cuerpo se encontraba a orillas de un caño, tapado con unas hojas. Para lo cual los familiares siguieron las instrucciones de la rezandera y después de una intensa búsqueda por parte de la comunidad, encontraron el cadáver de la niña tal como lo había visto la mujer.

E
n las entrevistas realizadas, algunos miembros de la comunidad señalaron que dos personas de la vereda de San Agustín cuando se emborrachaban se inculpaban mutuamente de la muerte de Andrea. Sin embargo, existía la duda de cuál de las dos personas (Isidoro Márquez o Ruperto Ayala) estaban involucradas o si las dos habrían participado.
La perfilación coincidía más con la personalidad de Isidoro Márquez, que después de una ardua labor investigativa la Fiscalía determinó necesario vincular a Ruperto Ayala como testigo y, en efecto, esta persona se convirtió en ficha clave para la investigación. Pues, pese al temor que le tenía a Isidoro Márquez, brujo muy conocido del sector que constantemente amenazaba con matar a Ruperto Ayala, decidió contar a la Fiscalía lo que en efecto había sucedido ese terrible día. Su relato estableció que Isidoro Márquez era la persona que ese día había tomado a la niña por sorpresa, la había violado y estrangulado.
Para la cual la Fiscalía procedió a solicitar ante el Juez de Garantías la respectiva captura; miembros del C.T.I. de la Fiscalía, llegaron a la vereda donde luego de ubicar a Isidoro Márquez le leyeron sus derechos, y se le legalizó la captura ante el Juez de Garantías del Municipio del Guamo, se imputaron los cargos y se impuso medida de aseguramiento consistente en detención preventiva en establecimiento de reclusión.
En el mes de Diciembre se inició el juicio oral ante el Juez Promiscuo del Circuito del Municipio del Guamo y el 11 de Febrero del año siguiente se dio la lectura de  fallo: nuestro lobo feroz Isidoro Márquez fue condenado a la pena de 47 años, 6 meses y 23 días de prisión por los delitos de homicidio agravado  y acceso carnal violento agravado; decisión que fue apelada por la defensa, pero confirmada por el Honorable Tribunal de Ibagué - Tolima, por encontrar la decisión ajustada a Derecho.



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